Mi cara: PEPAS, PEPITAS, PEPOTAS...
Si hay algo que caracteriza a las pepas (además de su repugnante pus) es que son 100% inoportunas, aparecen en el
momento menos indicado. Por ejemplo: el día de tu esperada
cita con el chico de tus sueños, en tu cumpleaños, cuando te
tienes que tomar una foto, etc.
Y cuando esto sucede, cuando te das cuenta
de que esa asquerosa pepa acaba de aguarte la
jornada, vas corriendo al espejo para destripártela. Resultado: pones la torta. Nunca, bajo ninguna
circunstancia, te destripes una pepa.
Tocarte la cara sólo empeora las cosas, así que
si no quieres tener cicatrices en tu rostro, ni te
mires ni te toques. Si tu chico es inteligente, no le
prestará atención a la fulana pepa, es más, ni se dará cuenta de
que la tienes. Además, a él también le salen espinillas. Así que
no te enrolles, disfruta tu salida y olvídate de la pepa.
- No te toques la cara. (Otra vez, insisto).
- Lávate la cara todas las mañanas y todas las noches.
- Para lavar tu cara, utiliza un jabón Ph ácido o neutro y “no cosmético”.
- Acude al dermatólogo.
- Toma dos litros de agua diarios.
- Haz ejercicio al menos tres veces a la semana.
- Come sano.
- No te enrolles.
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