lunes, 22 de octubre de 2012

Mi cara:   PEPAS, PEPITAS, PEPOTAS...


Si hay algo que caracteriza a las pepas (además de su repugnante pus) es que son 100% inoportunas, aparecen en el 
momento menos indicado. Por ejemplo: el día de tu esperada 
cita con el chico de tus sueños, en tu cumpleaños, cuando te 
tienes que tomar una foto, etc. 
Y cuando esto sucede, cuando te das cuenta 
de que esa asquerosa pepa acaba de aguarte la 
jornada, vas corriendo al espejo para destripártela. Resultado: pones la torta. Nunca, bajo ninguna 
circunstancia, te destripes una pepa.


Tocarte la cara sólo empeora las cosas, así que 
si no quieres tener cicatrices en tu rostro, ni te 
mires ni te toques. Si tu chico es inteligente, no le 
prestará atención a la fulana pepa, es más, ni se dará cuenta de 
que la tienes. Además, a él también le salen espinillas. Así que 
no te enrolles, disfruta tu salida y olvídate de la pepa.






  • No te toques la cara. (Otra vez, insisto).
  • Lávate la cara todas las mañanas y todas las noches.
  • Para lavar tu cara, utiliza un jabón Ph ácido o neutro y “no cosmético”.
  • Acude al dermatólogo.
  • Toma dos litros de agua diarios.
  • Haz ejercicio al menos tres veces a la semana.
  • Come sano.
  • No te enrolles.



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